LA CABRA MONTÉS
Es un animal de cuerpo robusto que destaca por tener una cornamenta muy grande y llamativa en el macho, aunque sin ramificar. El color de su pelaje es pardo grisáceo por el dorso y blanco por el vientre, este no es igual durante todo el año, va variando. Las patas y los costados de dicho animal se hallan manchados de negro en macho, mientras que en la hembra y crías esto solo ocurre en las patas.
En cuanto a su hábitat, ocupa la mayor parte de las áreas de bosque y matorral de montaña (destacan las zonas de Sierra de Gredos y por algunas Sierras del sur y del este de la Península). De los hábitos de esta especie podemos destacar que son diurnos en el invierno, mientras que en verano son nocturnos. Forman grupos numerosos de hembras y crías o de machos. Estos animales no migran, pero si realizan largos viajes erráticos durante el invierno.
Los machos luchan por las hembras y tienen comportamientos agresivos entre sí. La hembra cuida de las crías hasta los 6 meses de edad. Luego, abandona a la madre si es macho para unirse a los demás. Este animal consta de una gran agilidad para moverse por terrenos muy accidentados.
Respecto a su alimentación, esta especie es vegetariana, consume alimentos como hierbas y frutos. Además, lamen la sal que los pastores suministran al ganado. Los depredadores de la cabra montés son los lobos y los perros asilvestrados.
El aspecto más interesante para nosotros, debido al tema del que estamos tratando, es decir, la extinción de las especies hay que decir que una de las subespecies de la cabra montés se halla prácticamente extinguida, probablemente no sobreviva la media docena de ejemplares.
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